
No soy excelente para contar historias, para que la gente las entienda como yo lo hago y las sepan interpretar como se debe pero hay cosas que desde hoy dejaron de importar a mi consciencia solo porque hoy pude saber que solo cargaba con basura de recuerdos en los hombros.
Eramos, aunque creo que nunca fuimos, 2 personas tan unidas por toda circunstancia, todas las historias que nos contamos todos los días, así como compresión de las locuras, sentimiento genuino de cariño y todo lo demás. Aunque siempre había una espina cuando te daba la mano pero ignore todo eso porque comencé a creer en que hay cosas que deben valer mas que otras y no había nada que pudiera hacerme sentir de otra manera; era como tener a una hermana al lado, sin ninguna duda al revelar lo que sentía y olvidar lo que era necesario olvidar.
Nunca te conte mi origen porque no servia de nada a ese punto, no quería arruinar lo que se había construido, no había necesidad de crear lastima para ninguna parte, puedo presumir que trate de ser lo mas prudente, a pesar de todo como se dio. Crei que había llegado el momento adecuado para hacerlo y recibi el abrazamiento de tus sentidos sin ninguna mancha de indiferencia, no se levantaron murallas entre tu y yo, no había temor en mis ojos ya. Iba todo quedando atrás cuando mis demonios me jalaron los pies en el camino y me rindieron ante la ceguera y pronuncie tantas cosas que me arrepiento. 48 horas en ese estado mental hasta que llegar a mi hogar me abrió los ojos y mi pecho se lleno de culpa, pero era demasiado tarde, cualquiera hubiese sido la circunstancia. Lo confese y volviste a abrir tus brazos a mi aunque había algo que no me convencía; no se sentía el mismo recibimiento.
Eventualmente, a cualquier lado que miraba sentía que algo me seguía y no me iba a dejar ir, y te fuiste apartando paso a paso aunque repetías una y otra vez que no te irias, y solo me quede parada en ese pasillo sin saber que hacer porque no sabia que sucedia y la paranoia no me dejaba en paz. Me acariciaba el cuello y me susurraba veneno.
Siempre he sabido que estoy en mal, entonces quebré mis rodillas ante mis raíces de mal, levante mi cara y busque lo único que me salvaría de mi otra vez. Aun así, algo permanecia aunque lo trataba de olvidar, que otra manera hay. Otras 48 de incertidumbre y cuando regresé, el mundo era totalmente distinto, era como llegar a una nueva ciudad y la población no es amable. Crees que es la condición humana pero había, había algo mas.
Solo los labios llenos de verdad y gracia se acercaron a mi cabizbajos y lamentables me contaban como todo cambio y porque cambio, me relataba del veneno que me rodeaba y que fuese como si hubiese acariciado mis oídos y vista. Quitaron la venda y mis piernas temblaban, como mi garganta también, dispuesta a correr lejos para siempre, pero las cosas tampoco podían ser asi. Volvi a ti porque creía que tendrías la respuesta pero solo me incrustaste mas la culpa a los hombros, di la media vuelta sin saber a que caminar pero con espalda recta.
El mundo se volvió un hoyo completo sin escondites preferidos, era como caminar por la noche sin abrigo y a la merced de todo lo que apareciese, solo tenia un ligero abrigo de compañía pero se iba de vez en vez con el viento.
Pasó mucho tiempo y todo esto era tragedia de ayer. Una ultima y otras mas veces te regale mi mano para que salieras de tus propios tropiezos, que ahora llamo malgastados, y aun seguía derramándote de mis secretos, pensando que eras lo ideal para guardarlos y que con la misma condición, los entenderías porque tu promesa resonaba aun, no se porque. Y ahora que partes, no encontraba la manera de decirte adiós, todo era tan confuso aun, no quería agregar mas líneas a esta historia. Pero había muchas, muchas mas que aun los labios sinceros silenciaron no se en que propósito.
Ahora en las noches, solo hacia sonar las cajas musicales de mi cabeza para poder dormir y que el sueño no se tratara de ti, y no es ese sentimiento que tengo por ti, sino el recuerdo impregnado de mis errores. Solo hasta hoy. Detalle a detalle recolecte los pedazos que quedaban de nosotras las uní y consegui una imagen que solo despertó la soberbia que yacia en mi junto con toda la melancolía. Detalle a detalle me empujaron lentamente contra la pared y antes de poder tocarla, por primera vez sentí el puñal que estaba clavado. Solo mire estáticamente al frente y , como rayos, las memorias atravesaron mi cabeza, me sente lentamente en el frio piso y me lleve la mano al pecho. No sabia que era tan profunda, y no se como lo quitare sin que duela tanto, y revise mi mano de nuevo y la cantidad que salía de veneno era suficiente para llenar mi cuerpo pero aun sobreabundaba mas, era ya demasiado. Mayor que mi cólera, y mayor que el perdón que en mi cabeza cabria de la gente que mas quiero. Aun no puedo creer que fuiste tu la que me rodeo entre el nido víboras que salian en cada palabra que te entregue, y eran ahora las que me perseguían y terminarme.
Creo que merezco algo mejor que esto. Niegalo todo lo que quieras y que ahora, a donde huyas te vaya bien y creeme que lo que me hiciste, no se lo deseo a nadie mas.
¿Como pudiste?