...y se terminaron las luces brillantes de un espectáculo lleno de normalidad y de colores; todos marchaban con sus alegrías en las manos y quedaron sobrantes de personas cumpliendo sus deberes de terminar lo que había terminar. Ella no pertenecía al escenario de trabajo, solo era una invitada de la situación, una invitada que no se quería retirar, omitiendo palabras, desviando miradas, sonriendo nerviosa de no saber como hacer saber que tenía los pies anclados a la alfombra del teatro y que no permitiría perder minutos que durarían eternidades en sus memorias. Se retiró la madre de la joven, concediendo en su comprensión, unos momentos más antes de volver a casa, y dejó a la joven taciturna contigo. Miradas iban y venían ligeramente, más a los pies, ella cerraba sus ojos cuando sonreía tratando de retener todo lo que no se podía mostrar en un instante hasta que preguntó: Bueno, ¿necesitas ayuda con alguna cosa?. No recuerda tu respuesta, pero en un gesto ameno la dirigiste a la puerta que llevaba al escenario. Y comenzaron a hablar de sus sueños de un día compartir el escenario, ya sea en broma, ya sea en realidad, hacían sonidos de aparición en la parte de atrás. Caminaron al escenario lleno de instrumentos y cables en el piso. Te dirigiste a la guitarra, la tomaste, ella en expectativa de que se trataba tu movimiento. La llamaste con tus ojos y de pronto tus manos comenzaron a cantar debilmente y le contaste un secreto en melodías que entumían su cuerpo, como si se sintiera desnuda en el iluminado escenario y tocaras sus más sensibles fibras mientras no se atrevía a mirarte a los ojos y trataba de aproximar su temperatura a lo que irradiaban tus labios. Cuando hubo fin de la intervención, le cediste el instrumento sin ella pedirtelo, y no sé si leías su mente, pero estaba lista para responder como lo sabía hacer. Los nervios y fragilizados brazos del frío no le sostenían bien para hablar en notas y te arrodillaste a ayudarle. Solo la debilitaste más por dentro y su corazón se dobló torpemente y dejó salir lo que alguna vez te dijo fuerte y orgullosa de su creación y corrían de lado al lado de ustedes corrientes fuertes de afecto que hacían una esfera que solo veían, sin embargo, sin libertad de movimiento por la barrera de las miradas terceras y todo lo que conocen como "normal". Caminaron de nuevo a lo oculto del escenario y las cuerdas invisbles ya la tenían demasiado atada a tí. Ella es impulsiva, ella tiene todo en la piel cuando te ve y mira a todos lados porque no quiere meterte en problemas por lo que está a punto de hacer. Arrebata sus brazos a tus brazos, sus labios a tu mejilla,a tu nariz, a tus labios y respira en un instante por adrenalina y se quiere robar por siempre tu presencia, pero no, no te quiere molestar, tienes otros rumbos que tomar. Y en lo que concierne a ese momento, se apresuraron a salir al frío de afuera. Y están rondando, terminando los deberes y ahora sonríen, hablando, queriendo acopilar carácteres y tener que registrar más a su historia.
Quiero terminar de narrar esto, pero a pesar de que han pasado algunas horas, ella sigue pensando que todo es un sueño, y tendrá que distraer su corazón en otros sueños solo por unos días para sobrevivir al invierno. No habrá quien caliente sus manos que te describen. Sea lo que sea, vale la pena esperar 5 segundos al abrir una puerta o días al cruzar las ciudades.