Oh, mira de que tamaño tienes los pies
Para pisar grama y ocupar espacio
Mira de que tamaño te dieron las manos
Para empujar la puerta y llegar a sentarte en un mesa
Que no sólo no le faltan pan
Sino que tiene otras manos esperando por las tuyas para dar gracias
Sálvate cuando estés vespertino
Que la luz de las estrellas no caigan en tus hombros
Sin antes no haber corrido bajo la guilda nube
Trayendo vida en el pecho
Latidos y con eso basta para estrermecerse
Estremece otro pecho
Trayendo agua de una nube
Ponla en otros hombros y cae sobre ellos
Quítale las estrellas apagando la luz con tus manos en sus párpados
Para que colorees con tus palabras
Y sepa a los minutos que no querías pasar vespertino
Y le digas anhelando:
Es de tarde, sálvame
Gracias que tus manos no quedaban esperando
Que aunque no quieras, de noche faltan
Tiro una mesa hacia la puerta
Así que las manos me cambian de tamaño
Y los ojos se me ponen color grama y les queda poco espacio
Y derraman algunas gotas en un piso en que no corren tus pies.