Siendo crudamente sinceros, comienzo a darme un poco de asco. ¿Han conocido personas así? ¿Que no saben lo que quieren, entonces, hacen cuánto se les cruza por la mente y quedan igual porque no llegan a nada?
Me pregunto si es algo generacional o yo sencillamente me estoy arruinándome la vida. Soy también de esas personas que suelen hacerse daño por gusto. Porque uno puede aprender a amar tales cosas. También aprendí, de mala manera, que si no es extraordinario, no lo quiero y todo lo contrario a ello, sencillamente, no vale la pena. ¿Qué forma de mierda es esa de pensar?
Hay cosas que no vale la pena contar, ¿no? ¿Para qué poner una enorme lupa sobre ti para otros? Hubo algunos ovacionados por eso, pero, ¿a qué se debía? ¿Si todos nos pusiéramos una lupa encima en nuestras vidas todos los días? ¡Ni pensarlo!
(Continuará).